Situado sobre una pequeña elevación a orillas del paseo marítimo de la playa del Arenal, el Molí del Morelló ocupa el extremo más occidental de la llamada zona arqueológica de Baños de la Reina.

Es un edificio representativo de la tipología de los molinos de viento harineros de la Comarca de la Marina Alta, y en esto radica su fundamental interés.

Se trata de una construcción aislada, cilíndrica, más alta que ancha, que se levanta sobre el suelo natural (tosca). Está construida básicamente con piedra viva facetada y trabada con abundante mortero de cal, configurando un gran muro.

La puerta, adintelada y orientada al suroeste, está construida con sillares de piedra tosca. Por ella se accedía a la planta baja, desde donde arrancaba una escalera de planta semicircular de la que se conservan todos sus escalones (diecisiete aproximadamente). Por esta escalera se accede al piso superior donde se ubicaría la maquinaria del molino, así como una pequeña cámara, de la que permanecen todavía dos vigas.

La bóveda que sujetaba ese piso superior está construida con sillares de tosca, trabados con mortero de cal, que se conserva todavía íntegramente. Asimismo, se observa todavía un orificio de sección cuadrangular correspondiente al paso de la canalización por donde se conducía la harina.

El muro exterior fue reforzado, en su base, con un cintrel de la misma obra de mampostería del conjunto y sillares de tosca.

En el piso superior están abiertas dos ventanas, una encima de la puerta y la otra contrapuesta. No quedan restos de la cubrición original superior; permanece, sin embargo, la estructura de mampostería sustentada sobre el extremo superior del muro del molino, que aguantó, hasta hace pocos años, un tejado a dos aguas, con el que fue cubierto el molino a partir de los años cuarenta, cuando fue utilizado como habitáculo y establo por sus propietarios.

En cuanto al momento de construcción del molino, sabemos que en 1792 el botánico Cavanilles exploró en profundidad toda la zona del Morelló, encontrando los primeros rastros de mosaicos en el yacimiento romano de los Baños de la Reina, pero sin citar, en ningún momento, la existencia de torre de defensa o molino en ese área.

En el Diccionario de Pascual Madoz de 1845 no se menciona ningún molino harinero en Calp, ni de viento ni de agua. Sin embargo, en el plano de F. Coello referente a Calp del año 1859, ya aparece el citado molino, por lo que podemos situar el momento de construcción del molino durante la primera mitad del siglo XIX, periodo en el que fueron construidos muchos de los molinos de viento de la Marina Alta.

En el censo de solares y viviendas de 1893 el propietario del molino y molinero, era Pedro Ferrer Signes, nacido en 1825. Posiblemente esta persona fue el constructor del molino y también, con su muerte, acabara la vida útil del mismo.

En la primera década del siglo XX, el molino y gran parte de las tierras limítrofes pasan a ser propiedad de Antonio Llopis, terrateniente de Benissa. Pocos años más tarde, ya en el catastro de 1916, estas tierras son propiedad de la hija del mencionado Antonio, Teresa Llopis Ivars.

Por último mencionar, como curiosidad, que en el interior del molino existe un "grafitti" situado sobre el arranque de la escalera. Se trata de la representación de un barco, cuyas medidas son 57x39 centímetros. Su estado de conservación es aceptable, aunque sobre él aparecen inscripciones más modernas. Representa a un barco de dimensiones considerables, porque tiene tres palos y varias velas, dos de ellas triangulares de tipo latino, según esta tipología no se trataría de un "llaud" o embarcación pesquera, sino de un barco dedicado al comercio de cabotaje.