En el mar, y tallado en la propia piedra tosca del litoral, se sitúa un gran depósito rectangular de 20 x 9 metros.
En su interior se localizan seis balsas comunicadas entre sí. La entrada de agua de mar se realizó a través de cuatro canales que se cerraban mediante compuertas una vez estaban llenas.
Estas balsas además de mantener vivos los peces y abastecer de pescado fresco a la población de Baños de la Reina, dado su extraordinario entorno, quizás también se usaran como piscina o jardín acuático para el disfrute del propietario de la villa.
Antes de la construcción de las termas de La Muntanyeta, en el solar existieron cuatro balsas que no descartamos pudieron emplearse para salar el pescado, dada la proximidad de las Salinas.