El turismo ornitológico o “birdwatching” es una modalidad de turismo de naturaleza en la que la observación de aves es la motivación principal. Esta tendencia de ecoturismo tiene cada vez más seguidores y Calp quiere apostar por este sector ya que conserva algunos de los mejores hábitats para la observación de aves: los humedales.
Las salinas de Calp junto a los acantilados marinos y sierras litorales que ofrecen el Penyal d' Ifac o el Morro de Toix, así como la Sierra de Oltà, permiten a los aficionados a la ornitología contemplar una gran diversidad de especies, algunas de gran interés para los “birdwatchers” extranjeros por tratarse de especies exclusivas del ámbito mediterráneo.
Por todo ello desde el departamento de Turismo del Ayuntamiento de Calp se ha editado una guía que ofrece a los amantes del avistamiento de aves cuatro rutas distintas con los ejemplares más frecuentes en cada entorno así como los meses en los que se pueden observar. El documento además incluye un decálogo del buen observador de aves que destaca que el bienestar de las aves debe ser lo primero.
En las salinas de Calp, donde se han registrado un total de 173 especies tanto nidificantes como migratorias, destacan el flamenco cuya población, alcanza en algunas épocas, varios centenares de ejemplares, la cigüeñuela, la garza real, la gallineta común, el chorlitejo patinegro, rascón europeo y focha común, incluso algunas especies en situación delicada como el caso de la cerceta pardilla o el tarro blanco.
En cuanto al área marina del Peñón de Ifac, sus acantilados ofrecen un lugar de nidificación a aves como el halcón peregrino, los vencejos y refugio al escaso cormorán moñudo. En el morro de Toix se pueden encontrar especies tan particulares como el vencejo real, el roquero solitario o la collalba negra. Toda esta riqueza ornitológica es la que ahora se pretende dar a conocer, apostando por un turismo de naturaleza sostenible con el medio.