Después del ataque genovés, Ifach seguirá existiendo.
Alfonso V de Aragón decide en el año 1418 que las casas deben ser reparadas, gracias a la petición de Guillem Serra, inventoris aquarum, a quien da permiso para repoblar e imponer sisas sobre el pan, vino, carne y otros productos durante los próximos 10 años.
La negativa de los jurados y vecinos de Calp es contundente, informando al monarca de las dificultades, con lo que las obras son suspendidas definitivamente. Pero en 1562, el ingeniero italiano Giovanni Baptista Antonelli, recomienda que Ifach sea ocupado con vistas a defender la costa calpina del ataque de los piratas berberiscos.
Con idéntica idea, lo intentó el Marqués de Ariza, en 1637, al intentar convertir la iglesia de Ifach en un fortín. Unos años más tarde, Calp fue atacada por los piratas siendo completamente arrasado.
En 1693, sabemos que Ifach se usaba como presidio al producirse una fuga de presos de un barco-prisión, lo que nos ha permitido descubrir una función de los restos de la pobla destruida.