Los edificios principales de las ciudades medievales europeas muestran marcas de cantería.
Siempre visibles al ojo humano, sirven como firma del autor que ha trabajado la piedra. La marca indica la responsabilidad personal del maestro cantero con el trabajo realizado, siendo la garantía de la calidad de su trabajo frente al maestro de obras.
Las marcas son tan numerosas como los talleres de canteros que trabajan. En Nuestra Señora de los Ángeles de Ifach, se han identificado hasta la fecha un total de 6 marcas diferentes, destacando las cruciformes.
Las marcas de cantero documentadas en los paramentos de las cubiertas de la iglesia aportan una rica información de los tramos constructivos de la obra general. Ratifican que en cada uno de ellos trabajaron grupos de canteros diferentes, lo que confirma la calidad y solidez del edificio.