El siglo XVIII se inicia con la Guerra de Sucesión, que da la victoria al candidato francés, Felipe de Borbón, frente al Archiduque Carlos de Austria.

El Reino de Valencia, que había apoyado al candidato austracista, y Calp como parte integrante del mismo, tienen que sufrir las consecuencias del triunfo borbónico: abolición de los Fueros, autoridad absoluta del rey y supresión de la representación estamental en las Cortes.

En este siglo se da una expansión demográfica y económica. Se llevan a cabo roturaciones de tierras en las laderas de Oltá y Toix abancalamientos y el paisaje agrario se puebla de almendros, olivos, higueras, uva para vino y para pasa y especies industriales como la barrilla, el esparto y la pleita.

Los ganados ovino y caprino, son importantes, aprovechándose la leche y la piel. 

La pesca continúa siendo la actividad primordial, a finales de siglo Calp cuenta con dos almadrabas que son de las más productivas de la costa valenciana.

Las comunicaciones terrestres se realizan por "caminos de herradura", escarpados y peligrosos, lo que dificulta las relaciones con los pueblos vecinos.