Bild

El nuevo Manual de buenas prácticas para la retirada de posidonia aprobado por el Consell, con el que se pretende regular la conservación de las praderas de posidonia y su retirada, establece que Calp sólo cuenta con dos playas urbanas: Arenal-Bol y la Fossa, siendo el resto playas naturales protegidas. La distinción es importante porque el Manual establece que sólo en las playas urbanas sin restricciones podrá retirarse la posidonia acumulada en la orilla.

 

Además se da el caso que la playa del Arenal-Bol está afectada por el LIC Penyal d’Ifac por lo que cuenta con restricciones para la retirada de posidonia y sólo podrá retirarse excepcionalmente tras temporales cuando exista una gran acumulación de fanerógamas marinas. La retirada será de manera puntual y solo de la zona seca.

 

El Manual de Buenas Prácticas sobre la retirada de restos de posidonia y seba fue aprobado mediante resolución de la Conselleria de Medio Ambiente el pasado mes de abril. Este Manual tiene por objeto dar cumplimiento a lo especificado por el Decreto 64/2022, de 20 de mayo, del Consell, para la conservación de praderas de fanerógamas marinas en la Comunitat Valenciana, y establece los puntos a tener en cuenta para la selección de dónde, cuándo y cómo pueden ser retirados los restos de la posidonia cuando se acumulan en las playas.

 

De este modo, todas las playas calpinas excepto La Fossa y Arenal-Bol son consideradas playas naturales y por tanto en ellas no está autorizada la retirada de posidonia, tampoco se permite la retirada de posidonia en la playa del Arenal-Bol ya que aún siendo urbana está afectada por el LIC del Penyal, zonas designadas de interés comunitario por su potencial contribución a restaurar el hábitat natural. Por tanto sólo se permite retirar la posidonia en la playa de la Fossa y se establece de manera taxativa el modo de hacerlo.

 

El consistorio cumple así lo establecido por el decreto del Consell para la conservación de esta especie endémica del Mar Mediterráneo, de gran valor ecológico, y que impide su retirada con el fin de preservar la función vital a nivel medioambiental que ejerce esta planta, llamada el pulmón del Mediterráneo.

 

La presencia de restos de esta especie tanto en el agua como en la arena son una clara señal de la buena calidad del agua e indican que esta está limpia y libre de contaminación. Además, explica que estos cúmulos de hojas que se producen en la playa son restos que se han desprendido de la pradera submarina como consecuencia de los temporales y que reciben el nombre de arribazones, los cuales desempeñan un papel fundamental ya que evitan la pérdida de arena de las playas.